Se cree que los Mapuches del sur de Chile seleccionaban plantas de F. Chiloensis con flores perfectas las que ya cultivaban en el año 1550, hasta el día de hoy mantienen su cultivo.
Los pueblos Originarios del sur de Chile distinguían claramente en su idioma la frutilla silvestre de la cultivada. A la primera de fruto rojo pequeño llamaban Llahuén, Lahueñe o lahueñi y la segunda de fruto rosado pálido grande quellghen o kellen, mas tarde llamada frutilla por los españoles (Darrow, 1966)